¿Sindicalismo en nuestro sector? ¿Por qué UGT?

¿Sindicalismo en el S. XXI?

Es evidente el desgaste que ha sufrido la imagen de las organizaciones sindicales de un tiempo a esta parte. En un mundo donde impera la visión de la neoliberal de la economía, desde ciertos medios de comunicación y desde ciertos ambientes universitarios y profesionales, se ha querido vender la inutilidad de los sindicatos para afrontar los retos que plantean las actuales relaciones laborales, y han aprovechado nuestros errores, aquellas manzanas podridas que han surgido en nuestro interior, para desprestigiar nuestra labor social.

No somos perfectos. Seguiremos evolucionando, adaptándonos y haciendo autocrítica para evitar repetir actitudes, como un excesivo corporativismo o una visión parcial y en cierto modo egoísta de las necesidades sociales, que hemos decidido desterrar para siempre. Pero los objetivos del buen sindicalismo no han cambiado y son más necesarios que nunca:

•  Vertebrar una sociedad solidaria en torno al trabajo digno.
• Alcanzar una humanización de las relaciones sociales que permita el final de todas las formas de explotación de unas personas humanas por otras.

Puede sonar utópico, pero cejar en nuestro empeño significaría aceptar que todo se reduce a individuos que compiten de forma despiadada entre sí y que el éxito de unos conlleva el fracaso de otros. Una variante social de la teoría de la supervivencia de los más aptos que esbozó Darwin para las especies.

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